Humanidades
La música siempre se ha adaptado a las demandas de la sociedad. Si en el renacimiento se componían motetes y cantos polifónicos con textos religiosos para la iglesia, en el barroco se hacían concerti grossi para las clases de mayor poder adquisitivo y en el clasicismo sinfonías para los mecenas. Con la llegada del romanticismo se comenzó a componer poemas sinfónicos y nocturnos de piano para entretener al público burgués en los teatros y salones, y en el SXX el modelo de comercio pegó un vuelco y se empezo a crear música protesta y contracultural desde las clases más humildes criticando el sistema (enfoque simplista, arbitrario, eurocentrista, elitista y excluyente, solo es para entendernos ;P).
En esta mini-reseña histórica del consumo musical se observa como el acceso a la música cada vez se ha ido ampliando más hasta llegar a la época actual en la que, excepto en algunas zonas del mundo, absolutamente toda persona puede acceder a la música que quiera con un par de clicks.
Entonces, ¿qué pasa hoy?
Pues hoy lo que se demanda es música para todo el mundo, sin importar apenas aspectos como la procedencia, el idioma o clase social de quien la escucha. Hay mil y un géneros con mil y un discursos dentro de un sistema de comercio neoliberal en el cual puedes elegir el estilo que te representa, y en concreto, dentro de la música urbana el público busca que cuente nuestra forma de entender la vida moderna, la tecnología con la que nos manejamos día a día y las cosas superficiales de esta actualidad llena de redes sociales: likes, ego a distancia, influencers, nuevos conceptos de empleo que hacen que no tengamos tiempo ni para tener vida social.
Pues sí, esta especie de costumbrismo de la superficialidad es lo que hoy comparten las dos partes del comercio musical, y tanto el creador de contenido como el auditor son en mayor o menor medida sujetos activos y al mismo tiempo pasivos bajo la enormidad de una época impregnada por el cambio del modelo de vida.
Cómo ha cambiado todo desde el renacimiento, ¿no?
Pues no, no tanto. La música hoy sigue haciendo lo que hacía antes: nos devuelve nuestra autopercepción como un espejo, y nos hace ver cuál es el slogan de nuestro momento. En el barroco el slogan era “la vida es solo una prueba mientras estamos a la espera del premio divino”; en el romanticismo, “vive poco pero intenso”. Hoy en día el slogan es algo así como “déjate llevar por la infinidad de Google”.
Y así es como encontramos canciones con las letras repletas de exaltación de la banalidad y la vanidad. En el dancehall ya hablaban de Facebook y de las Backberries hace prácticamente una década, y es que ya sabían por dónde iban a ir los tiros en la nueva era.
Alusiones a la modernidad
En temas como Wreck the runway de Beenie Man se dicen frases tipo !An take mi Blackberry/ An a tell mi seh mi/ prosperous like the New Year/ Me inna a life is like a breath a fresh air/ Me richer tan the fresh prince of Blaire/ Caw mi a the king a Dancehall bout here». Si bien el inglés jamaicano dificulta la comprensión del texto, hay palabras clave como “Blackberry” o “riqueza”. Las temáticas giraban ya sobre generar patrimonio. Hoy en día se continua por esa línea pero dentro de la música pop más mainstream.
Es importante que no confundamos banalidad con mediocridad (al menos en el sentido estético de las letras), ya que el contenido lírico de estas canciones solo dice lo que la gente espera oír. La música urbana tiene letras sencillas y superficiales porque no se espera de ellas que revelen el sentido de la vida, más bien se busca anestesiarse contra las cosas complicadas del exterior y escuchar letras prácticamente vacías de contenido para disfrutar la música sin necesidad de concentración.
Retratando nuestra vida
Muchas veces se alude a la tecnología que cada vez está más cerca de ser una parte de nuestro cuerpo: los smartphones, las apps…y se hacen alardes gigantes de vanidad y banalidad porque se ha observado que vende, es decir, se «poetiza» la banalidad: nuestra sociedad actual se ha criado con tecnologías que causan adicción, y la juventud ha vivido sus relaciones mediante un concepto de vida menos personal del que había antes, con lo que el consumidor medio se está comportando ni más ni menos que de la forma que exige su experiencia.
Y de aquí se extraen figuras como la de la diva de las redes o el influencer que tiene un cierto público y se comunica con él (siempre de forma no presencial). Y es que a diferencia de ayer, hoy la posibilidad de conseguir ese delirio de grandeza de la “estrella del rock” se convierte en realidad, aunque dicha grandeza no vaya más allá de una pequeña cuota de influencia en internet.
Escuchemos este tema de Doja Cat: Cyber sex
Qué, alucinando, ¿No? Fijaos bien en letra. En este extracto comenta cosas como el heecho de verse por la cámara, de Instagram, menciona los Smartphones…
La letra
“We freak on the cam
Love at first sight, just a link to the ‘Gram
Pussy all pink with a tan
And I play with it ‘til my middle fingers are cramped up
Swipe right ‘cause he thick and he handsome
Love a sneak peek when you freak, can we cam up?
No shot to the screen, put your hands up
Make it pop in your face like a Samsung
And that’s my nigga, better yet, that’s my hitta
He don’t lick goons and if you do you could go missin’
Met him on Tinder, he just swiped left on bitches
And he don’t even scroll through Insta
‘Less he going through my pictures”
Otro tema
Se habla de Skype, de las fotos, del Facetime…
When he off work, he calling me on Skype (yeah!)
Trust me when I meet him, I’m fucking him on
sight (yeah)
Lemme see you can beat it, I’m feelin’ just like
Mike (okay, okay)
Huh-oh, stuff that ‘til I drown in all of your
pics
Can’t scroll down ‘cause some of them dicks
Nigga, my parents going through my shit (my
shit, my shit)
Huh-oh, can’t give head, you give me the
Facetime
Nigga, you a creep, I saw you on Dateline
You ain’t gettin pussy, you fucking a A.I
Huh-oh, what a time to be alive
Living in the future, blinging on my hotline
El sexo y la pantalla
Se pasa por distintos medios para hacer cosas sexuales a distancia, como son las hot lines, el ciber sexo (representado en el videoclip que se mediante la figura de la webcamer)… y aunque en la imagen parezca que la letra atañe a la camgirl de las imágenes, el texto sugiere la historia de una chica que echa de menos a su pareja y quiere posar para la cámara en compañía de ella.
Se aprecia cómo la chica quiere hacer cosas en persona con su pareja pero él no está ahí, y ella siente deseos de tener ciber sexo y por otro lado hacerse la diva en internet a través de las fotos, con lo que se deja ver que aunque echemos de menos la vida cuerpo a cuerpo y lo presencial, al final también demandamos la vida a distancia propia de nuestra época, y estamos comenzando a acostumbrarnos a relacionarnos mediante la tecnología incluso para cosas íntimas.
Y como muchas veces los videoclips muestran una realidad accesoria o diferente a la de la letra, en este caso encontramos una revisión de los cánones clásicos de la mujer que se exhibe mientras los hombres la adoran, eso si, desde el punto de las webcamers XXX.
El aspecto visual también nos cuenta cosas
Fijaos también en toda la simbología que sugiere la imagen: en el video sale un hombre disfrazado de robot con un traje plateado y ella lleva un bikini hecho de chips. Todas las expresiones simbólicas en este video enlazan con la idea de vivir la vida sumergidos en la máquina. Khelani acaricia un gato que enrealidad es un hologrma y dice “what a time to be alive”. Es como una exaltación tipo “qué bonito es vivir en la matrix”, una visión positiva de ello, aunque es posible que sea en tono de ironía.
Otro detalle importante son sus colgantes de plata, sus uñas postizas y sus diamantes. Aparecen por tanto los conceptos de lo incorpóreo, la fantasía de internet, aquello que puedes ver pero no puedes interactuar con ello, las relaciones a distancia, las joyas, la fama cibernética, lo banal, etc.
La princesa banal
Otro ejemplo sería Arianna grande con su exitazo 7 rings y la idea de la codicia. En este trabajo, la artista nos vende la imagen de princesa con sus diademas y pendientes de diamantes. En uno de los planos sale con el pelo largo que cae por unas escaleras, en lo que podría considerarse un guiño sobre el cuento de Rapunzel; poco después aparece en una casa de barbie hecha de papel, rompiendo la pared y mirando lo que hay dentro.
En el videoclip el fondo es una fiesta en una mansión y todo es de color rosa y lila. Dentro de esa casa gigante llena de leds y sofás caros la artista nos cuenta lo que falta para completar el discurso, y es que repite constantemente “tengo todo a mi alcance”. ¿No os suena de algo esta frase?
¿Me veo reflejado en estos videoclips?
Esta podría interpretarse como una de las ideas más esparcidas sobre la generación millenial: hemos nacido con todo al alcance y todo es más fácil que nunca. En este caso, Ariana Grande lo aplica a utilizar de forma reivindicativa su belleza empoderadora y su dinero como armas para conseguir lo que quiere, pero lo hace desde un punto de vista extremadamente superficial, desde la dinámica del comercio y los bienes materiales (My wrist, stop watchin’/ my neck is flossin’/ Make big deposits/ my gloss is poppin’/ You like my hair?/ Gee, thanks, just bough).
Todo es como una especie de fantasía distorsionada y surrealista sobre la mujer en la era moderna: hace compras compulsivas, esta soltera y solo sale con sus amigas (Wearing a ring/ but ain’t gon’ be no «Mrs»/ Bought matching diamonds for six of my bitches).
Esta no es la única canción sobre la soltería de la mujer moderna:
Good thing de Zedd ft. Khelani nos cuenta algo similar
I book myself tables
At all the best restaurants, then eat alone
I buy myself fast cars
Just so I can drive them real fuckin’ slow
I like my own company
Company, I don’t need it
I’m not always cold
I’m just good on my own, so good on my own
I’ve always been told, one day, I’ll find
Somebody who changes my mind
If they come along, I won’t think twice
‘Cause I already got a good thing with me
Yeah, I already got everything I need
The best things in life are already mine
Don’t tell me that you got a good thing for me
‘Cause I already got a good thing with me
Yeah, I already done everything I dream
I’m good by myself, don’t need no one else
Don’t tell me that you got a good thing for me
‘Cause I already got a good thing
I make myself up
Just to dance in the mirror when I’m at home
I pose and take pictures
Then send them to people that I don’t know
I like getting compliments
Compliments how I’m feeling, oh
I’m not always selfish
Just bad at romance, it’s not in my bones
I’ve always been told, one day, I’ll find
Somebody who changes my mind
If they come along, I won’t think twice
‘Cause I already got a good thing with me (good thing with me)
Yeah, I already got everything I need (everything I need)
The best things in life are already mine
Don’t tell me that you got a good thing for me
‘Cause I already got a good thing with me (good thing with me)
Yeah, I already done everything I dream (everything I dream)
I’m good by myself, don’t need no one else
Don’t tell me that you got a good thing for me
‘Cause I already got a good thing
I’ve always been told, one day, I’ll find
Somebody who changes my mind
If they come along, I won’t think twice
‘Cause I already got a good thing with me (oh, good thing with me)
Yeah, I already got everything I need (everything I need, yeah)
The best things in life are already mine
Don’t tell me that you got a good thing for me (no, no)
‘Cause I already got a good thing with me (good thing with me)
Yeah, I already done everything I dream (everything, yeah)
I’m good by myself, don’t need no one else
Don’t tell me that you got a good thing for me
‘Cause I already got a good thing
«El matrimonio ha muerto»
Una vez más podemos ver como se menciona la soltería como un “no necesito mi media naranja porque soy la naranja entera”, que suena muy profundo hasta que escuchamos toda la letra y percibimos la superficialidad que envuelve al concepto en sí. “Reservo mesas en los mejores restaurantes”, “me compro coches solo para conducirlos j*didamente despacio», ”poso para fotos que luego envío a gente que desconozco”…
Una vez más se muestra este tipo de enfoque sobre el empoderamiento femenino moderno: una mujer capaz de amasar grandes cantidades de dinero, que ostenta un enorme poder adquisitivo, que se siente agusto sola y que utiliza la sexualidad y el exhibicionismo como un recurso para enriquecer su ego y no para depender de un hombre.
Avaricia y resentimiento
También tenemos Millonaria de Rosalia y esa “gula geminada” que exhibe en esta doble canción. Como digo, aquí la artista muestra dos caras: la ambición y la humildad. La segunda aparece casi como un arrepentimiento cristiano detrás de la primera («dios nos libre del dinero/ queriendo queriendo queriéndolo/ dios nos libre del dinero/ vistiendo vistiendo vistiéndolo»).
Fijémonos especialmente en la letra de esta primera parte que os comento, os dejo aquí la traducción de la letra de Fucking money man, que fue originalmente escrita en catalán y no tiene desperdicio.
Que yo sé que he nacido para ser millonaria
como si lloviera tirando los billetes por los aires
un día para mumbai y el siguiente a malta
siempre bien escoltada a prueba de bala
y lo que quisiera es tener un bentley
de color blanco y uno de color verde
pero todo esto sé que no lo puedo hacer
hasta el día que tenga mucho dinero
y lo que quisiera es tener …
fucking money man
sólo quiero ver billetes de cien
fucking money man
signo del dollar dentro la mente
que yo sé que he nacido para ser millonaria
porque me cierren el louvre así como el macba
cada día celebrando mi cumpleaños
y dos leopardos corriente por el jardín de casa
y lo que quisiera es tener
fucking money man
sólo quiero ver billetes de cien
fucking money man
signo del dollar dentro la mente
llevo dos audemars
hechos a mano cubiertos de diamantes
y un hublot black caviar bang bang
que te lo puedo regalar
tengo un chaval contratado
porque me abra los regalos de navidad
cierro el centro comercial
y me como yo sola un helado
cava o champagne
popin botellas
bautizado el yate
compro una estrella
tengo una isla que tiene mi nombre
pero lo que quisiera es tener …
fucking money man
sólo quiero ver billetes de cien
fucking money man
signo del dollar dentro la mente
Conclusiones
Vemos entonces que con este tipo de discursos el artista y el público se encuentran unidos por lo banal, y es que en el imaginario colectivo pop se tiene la imagen de fama, éxito y riqueza asociada a ser una estrella del rock, que es el sueño de muchos/as adolescentes, y al parecer los gurús de esta generación venden esta figura de vanidad, dinero y fama a gente que desea todo eso y que trata de reflejarlo a duras penas en las redes sociales mediante las fotos en sitios caros, el glamour y el ego.
Y finalizo este blog redundando en la idea del arte como un espejo que nos devuelve la imagen que tenemos de nosotros mismos como sociedad, eso si, desde un prisma puramente estético. Puede parecernos más o menos triste, pero está claro que el hecho de que hoy en día se escuche trap y reggaetón por encima de todas las cosas y que sus letras resulten superficiales no solo es un reflejo de cómo estas características encajan bien en las pistas de baile (como decía en el blog de por qué el reggaetón ha suplantado al house), sino también del tipo de la vida que llevamos hoy en día a causa de las TICS.
Eso es todo por hoy, te dejo algunos blogs relacionados, ¡nos leemos la semana que viene! Un abrazo!