Intro
Lo que comentaré hoy son algunos prejuicios bastante sonados dentro de la cultura urbana y aplicables a cualquier género de la música mainstream (sí, sé que en el título pone solo “traperos” ?). Desde hace bastante tiempo ha tomado fuerza y difusión un problema de conceptos en torno a los artistas más conocidos y su supuesta falta de creatividad a la hora de hacer letras, melodías vocales e incluso labores de co-producción.
Este tipo de pensamientos son en su mayoría rumores y bulos totalmente descartados a día de hoy. La mayor parte de los artistas que expondré aquí como ejemplo dan una pequeña porción estadística que en general muestra de qué manera se hacen las cosas actualmente: los trabajos se producen mediante equipos de profesionales y en consenso con los artistas, que tienen un margen de toma de acción enorme y frecuentemente manejan por sí mismos sus contratos, además de tomar un papel activo en su imagen y promoción artística, pero sobre todo en su música.
Vidas que crean letras
Empezaré con dos artistas que no tienen una trayectoria muy larga en la música (por ahora), pero que representan a la perfección el estilo de creador que seleccionan los grandes sellos discográficos para trabajar en conjunto. Khea y Nicki Nicole son dos cantantes, cada uno en su estilo y su género, y ambos tienen un talento brutal. La historia de dos de sus últimas letras se corresponde con un suceso reciente de su vida personal: hace unos meses los dos artistas tenían una relación sentimental que se terminó truncando (la canción de Khea lo comenta de forma bastante explícita).
Poco después cada uno sacó un single con temática de despecho. Esto hace notar la impronta creativa de ambos artistas como compositores de las letras. En este caso y a diferencia de los siguientes que comentaré los dos músicos se encuentran en la frontera entre el artista independiente y el músico ya inserto en la industria: ambos pertenecen a sellos discográficos pero su influencia no los ha convertido todavía en músicos mainstream.
Cuando eres quien manda
Y es que en este mundillo de tránsito entre una figura y otra impera el “yo me lo guiso yo me lo como”, con lo que las letras y las producciones son regularmente mucho más puras, más sinceras y más “lo que lleva el artista dentro”. Al no darse regulaciones de producción, arreglos o letras al nivel de los temas de los artistas más conocidos, los creadores pueden permitirse el capricho de hacerlo todo por sí mismos.
Aquí las letras probablemente son de Khea y Nicki y las bases son de sus productores. Digo esto porque más adelante veremos casos en los que hay varias figuras que controlan cada paso al componer y producir los temas. Echadle un vistacillo a los trabajos de Nicole y Khea, son espectaculares.
Otros ejemplos
Rosalía
Compuso su disco El mal querer inspirándose en la copla, el flamenco y la música urbana para mezclarlos entre sí, centrándose en dar al producto la mayor uniformidad y coherencia posible. Para ello estuvo asesorada por diseñadores, arreglistas y productores (El Guincho, Filip Custic, Jesús Carmona…) que contribuyeron cada uno a crear el producto desde su papel dentro del trabajo. En su caso ella es quien habitualmente orquesta todo: reúne a un equipo y lo coordina, tomando un papel activo en la creación artística.
Ozuna
En su canción Qué pena explica todo el esfuerzo, la frustración y las “muchas noches de llanto” que le ha costado llegar a ser considerado uno de los grandes del reggaetón. Os la dejo por aquí, está muy interesante, y no es reggaetón! (para los que no lo soportan).
Bad bunny
Este artista ha comentado en varias entrevistas que en algunas de sus letras como Otra noche en Miami o Mia se inspiró en una de sus exparejas, con la cual tenía planes de matrimonio hace unos años. Incluso en temas que ni él mismo menciona en referencia a ella hay algunos guiños, como en la canción Yo le llego («Aquella bandolera a mí nunca me amó/ que se joda, yo fui quien ganó»)
Artistas que co-componen
Hay artistas que co-componen, co-producen o colaboran en la creación de letras e instrumental. Maluma admitió en entrevistas que algunas de sus letras no las compone él, pero su personaje, ese joven chuleta descarado y ligón lo lleva construyendo desde algunos clásicos singles como La temperatura, lanzada en 2013, cosa que probablemente en gran parte sea algo que ha creado él junto a sus asesores de imagen y marketin’ (quien haya escuchado a Maluma desde entonces reconocerá esa especie de slogan suyo, «pretty boy, dirty boy», extraído de su segundo album y que a partir de ahí comenzó a repetir al comienzo de cada tema como un mantra).
De Malú se ha dicho que no compone sus temas ni escribe sus letras y es totalmente falso. También co-compone sus canciones habitualmente. En las entrevistas sobre trabajos recientes como su álbum Oxígeno estrenado en 2018, comenta que cada uno de los trabajos está compuesto en conjunto con el productor y que en sus letras se expresa ella misma.
¿Y yo?
En el caso de mi trabajo como productor, en algunas ocasiones los customers me piden también que les haga la letra, en cuyo caso tengo que contactar con una compañera que hace letras para que el producto esté completo. Pero realmente la mayoría de clientes que me piden algunas bases de rap personalizadas o instrumentales de trap (entre otros géneros) se inspiran casi siempre en su vida personal o bien en sucesos histórico-políticos si hacen letras de protesta social, o en mitos y leyendas, etc.
En cuanto a las instrumentales personalizadas que compongo y grabo, ellos son quienes aportan las referencias en las que tendré que basarme para que pueda plasmar el estilo que necesitan en su base (yo mismo les pido que piensen ejemplos de trabajos musicales que les gusten para coger la dinámica, es una de las partes que ayudan a personalizar el trabajo, junto a revisiones, etc).
Prejuicios sobre el ego: ¿confundimos personaje y persona?
Y, ¿cómo se ve el mundo desde ahí arriba? Muchas veces pensamos que los artistas que han llegado muy alto tienen un ego desmesurado (y de hecho ocurre con frecuencia), pero en la mayor parte de los casos el ego es solo un rasgo más de un puro personaje, premeditado y construido en un despacho.
Ya lo comentaba en el blog Corazones de litio: la conexión artista-público mediante la banalidad (es un artículo muy interesante, léetelo y comprende un poco mejor tu contexto!), los grandes artistas devuelven como un espejo el sueño adolescente de ser una superestrella, y esa es exactamente la cara que podemos ver en ellos, el verdadero estilo de vida de la gente rica: la soberbia y la superficialidad.
Pero metámonos dentro de los estudios, donde realmente se cocina cada trabajo. ¿Qué encontramos allí? En los equipos de trabajo de los grandes estudios y sellos discográficos es necesaria mucha humildad. Inesperado, ¿verdad? Pues así es.
Todo funciona mediante fases
Y es que el artista se pasará horas durante el día y la noche creando su letra para que esté todo lo impecable que sus conocimientos le permitan; después el productor revisará el trabajo y le dirá al cantante que la estructura no es correcta, que hay partes desiguales o que la ha organizado de una forma que no atiende a las estructuras que exige la música comercial. Cuando el productor y el artista tengan planteado el tema con la letra y la música llegará el ingeniero de mezcla y le pedirá al productor que reexporte algunos sonidos que a lo mejor había editado de forma muy agresiva o boosteando frecuencias molestas. Cundo el tema este mezclado, el ingeniero de mastering le dirá al de mezcla que atenúe un poco los agudos de algunos instrumentos porque el balance resulta un poco desnivelado. Y después todavía vendrá otro revisor más, posiblemente ingeniero de sonido también, que funcionará como inspector de calidad y dará otra opinión diferente para que se hagan más cambios, y así una cantidad indeterminada de veces, hasta que todo quede absolutamente perfecto.
Y hay que tener claro que toda la gente involucrada en este durísimo proceso de creación tiene que dar su brazo a torcer y colaborar haciendo los cambios que se requieran para que todo marche correctamente, porque de lo contrario el tema no tendrá acceso a los medios, dadas las condiciones tan estrictas de calidad que se piden a día de hoy. En este mundo cuanto más pequeño se es más grande se cree uno, y cuanto más grande se es, mayor es la humildad. De lo contrario no se podría encajar en una dinámica de creación tan fatigosa y dura.
Conclusiones
¿Es posible que la industria seleccione a un artista y cree en torno a él una imagen y un estilo que pueda convenirle para después hacer un tipo de letras y producciones con las que lanzarlo al mercado? Si, por su puesto. Paso con Elvis y pasó también con Justin Bieber, y seguramente siga pasando siempre. ¿Es el caso más típico? En absoluto: no se da casi nunca y según pasa el tiempo y paulatinamente más artistas con buenas ideas tienen acceso a los grandes medios resulta menos necesario para la industria.
¿La gran mayoría de artistas hacen muchas de sus letras, la melodía de las canciones y parte de los arreglos consensuando con los productores de qué manera quieren los trabajos? Si, pero sin negar nunca asesoramiento y correcciones obligatorias que han de darse para que un producto pueda despegar a nivel comercial.
Y ya está, fácil ¿verdad? En fin, eso es todo por hoy, te dejo algunos blogs relacionados, ¡nos leemos la semana que viene! Un abrazo!