¿Te imaginas dar un paseo por una mansión en la que pudieras escuchar los mejores bombos de la música urbana de las últimas décadas con un equipazo de sonido de alta fidelidad para flipar con cómo petan?. Pues estás de enhorabuena, porque eso es justo lo que vamos a hacer hoy, mientras te explico el “por qué” de diversas técnicas de distorsión en los bombos hoy en día, asique coge tus mejores cascos porque te traigo cosas interesantes:
Seguro que estas aprendiendo a producir música, y también es probable que ya estés comenzado a tratar y procesar el sonido de tus mezclas. Sabrás entonces que el bombo y el bajo son una de las partes más importantes de la música urbana, básicamente debido que de ellos depende que cada tema suene como dios manda o te haga bailar.
El bombo es ese empuje que hace que el tema se mueva en las frecuencias graves. Su tratamiento es de vital importancia para el beat, y una de las partes fundamentales en su procesamiento es romperlo, saturarlo, añadirle distorsión armónica. Seguro que en tu homestudio también aplicas distorsión en los bombos casi inconscientemente, pero: ¿por qué hay que romper los bombos? ¿Alguna vez te lo habías preguntado?
Si le preguntas a un productor profesional posiblemente te diga lo típico de: “para que el beat tenga más punch”, o el más pedante te dirá “para que tenga la suficiente nitidez y resulte fácilmente distinguible en el contexto de mezcla”. Te lo has currado amigo, pero esa NO es la respuesta.
Entonces, ¿por qué debemos saturar los bombos?
Bien: antes que nada, no tratemos de irnos a aspectos técnicos, olvidémoslos por un momento y después los retomaremos. Pensemos ahora en lo puramente estético; en lo que te hace latir cuando escuchas un bombo (si estás un poco perdido/a puedes consultar el blog Lo que te enamora de un bombo).
¿Por qué nos gustan los bombos rotos? ¿Que nos evocan? ¿A dónde apuntan todos esos productores cuando aplican distorsión en los bombos? Bien, no te hago esperar más. El fundamento estético de romper un bombo viene sencillamente de la necesidad de imitar la distorsión de los equipos analógicos cuando “clipean”.
Verás, te adjunto dos videos: uno de rap old school, beat clásico del temazo Gangster’s Paradise de Coolio, y otro de Ozuna, tema reciente llamado Caramelo
Fíjate como en el segundo el bombo tiene un roto bastante notable, pero sin embargo en el más antiguo el bombo es liso. Este primer tema es de los 90s; el de Ozuna es de hace una semana o dos. El origen de este segundo viene de la forma en la que escuchando temas del tipo del primero en equipos analógicos se percibía antiguamente el efecto roto en los graves. Por eso el tema antiguo es más limpio. ¿Lo vas pillando?
Verás: hoy en día disponemos de equipos digitales muy refinados, con una calidad que hace 30 años no podíamos ni soñar. Con esta tecnología, el efecto de roto en el grave no es tan apreciado como el de los equipos antiguos, porque todas las frecuencias se perciben de forma muy fidedigna, de manera que se recurre a imitar esa sensación de roto mediante la distorsión para que los equipos modernos suenen como los antiguos, ahorrándonos de paso las deficiencias e imperfecciones de dichos equipos.
Si, como lo lees. El roto de los bombos imita ese clipping o distorsión que se producían en un radiocasete cuando poníamos un beat de boom bap.
Recuerda esos típicos estadounidenses noventeros con sus cintas de rap underground; se paseaban por el barrio y decían a sus colegas: “mira, mira como peta este tema”. Pues bien, lo que petaba era el bombo, y aunque no fuera buena señal, el roto resultaba muy agradable.
Por lo tanto, lo que hacemos hoy es tratar de imitar ese “petar” de los graves en los antiguos aparatos; se trata de un sonido imperfecto, pero se ha revelado como un factor fundamental a la hora de aportar definición y al mismo tiempo concepto estético.
¿Y los aspectos técnicos?
Sí, volvamos a ese tema: es cierto que es importante romper los bombos en mayor o menor medida para que nos motive la forma en que suenan, pero también es crucial que funcionen bien en todos los equipos, es decir, siempre que lo hagas debes controlar que no se produzcan armónicos feos, chasquidos o soplidos en tus monitores de campo cercano, o simplemente evitar que suenen un tanto “descontrolados” si los comparamos con el bombeo de otros temas.
Ahora fíjate en lo bien matizados que están los graves en estos temas actuales. Suenan como si estuvieras escuchando música en un equipo analógico antiguo, especialmente en el primero, que es más tipo hiphop, rozando el boom bap. Este es el nivel de ahora, como puedes ver hay más sensación de grave que antes, así como más energía.
Entonces, ¿estaba equivocado el productor pedante? Si la pregunta hubiera sido “para qué”, la respuesta sería correcta, pero en este blog mi idea era explicar aquello de lo que casi nadie habla o entiende, y es el “por qué”, una pregunta tan importante para la producción musical como “para qué”, ya que nos puede aportar un contexto mucho más amplio de cómo evolucionamos adaptándonos a aquello de lo que disponemos en cada momento. Por cierto, aprovecho para -si necesitas mezcla o mastering de tus temas como productor musical- recomendarte mis servicios de edición de sonido, échales un vistazo! Y si te interesa este tema, siempre puedes estudiar Producción musical para realizar buenas mezclas y masters: aquí te dejo uno esencial en el que aprenderás todo lo necesario para dar otro nivel a tu música!
Eso es todo por hoy, te dejo algunos blogs relacionados, ¡nos leemos la semana que viene! Un abrazo!