Cardi B and friends
Estos últimos años se han dado casos muy interesantes en la fusión de dos géneros musicales bastante random: rap y música latina. Uno de los casos más reconocidos y populares fue el I like it like that, de Cardi B, Bad Bunny y J Balvin, que con su increíble presión de subgraves, su ritmo lento y el sample del tema de boogaloo original I like it like that de Pete Rodríguez deslumbró a las masas.
Impresionante, ¿no?
A mí francamente me lo parece, pero no solo el tema, por su espectacular producción, sino el mero hecho de que no haya sentado un precedente para un posible género de este estilo, basado el uso de samples originales de chachachá, boogaloo, salsa…etc a los que se le aplica un ritmo imponente, un bajo con mucha presencia y el Flow en doble tempo de la voz característica del trap.
Realmente, tras este tema sin parangón, y a pesar de haberse realizado trabajos parecidos e igualmente bestiales en tanto que idea, música, medios (un buen estudio con una buena referencia de audio, una buena mezcla, un trabajo de masterización espectacular, un Budget interesante para invertir en un buen videoclip…) realmente no ha prendido la mecha para crear un conjunto homogéneo de temas con este estilo tan particular.
Triunfos no previstos
Francamente, imaginaba que no sería tan raro que este nuevo estilo se propagara tan rápido como arde la pólvora, pero ya sabemos como funciona la música, si bien en el caso del reggaetón cuando comenzó a estallar su fama muchos productores animaban a ingenieros de sonido argumentando que era un género que estaría en lo alto tres o cuatro meses como mucho y después desaparecería para dejar paso a la siguiente moda musical de turno, y mirad en qué se ha convertido: en un género plenamente consolidado, y que ha sabido adaptarse a las nuevas épocas de la música electrónica y se ha enriquecido con el tiempo adaptando nuevos conceptos estilísticos y tendencias de sonido.
Bruno Mars, el precedente de un posible triunfo
Pero, igualmente, parece extraño frente a fenómenos como el de la salsa, que mueve a todo el mundo hispanoparlante en las pistas de baile desde que dio la vuelta al mundo durante los 70 (si bien no estamos hablando de los mismos niveles de popularidad como los gigantes géneros de música que han conseguido domar artistas como Bunny, Balvin o Cardy B). ¿Cómo es posible que figuras como estas no hayan puesto de moda este estilo? Casos más inesperados de popularización de determinados géneros se han visto en el mercado en tiempos relativamente recientes: un ejemplo es Bruno Mars.
La labor más importante que ha de reconocérsele al artista es haber convertido nada menos que el funk en música mainstream y llevarlo a las discotecas, convirtiéndolo en un producto del gusto del gran público. Jamás pensé que el gentío de una sala inmensa abarrotada de gente que quiere bailar, tomarse un cubata y arrimar la cebolleta pudiera corear, desde el primero al último, los versos de los temas de funk del artista hawaiano, más aún cuando ya otros artistas que hacían un funk bailongo, divertido y ameno como Yamiroquai no consiguieron un alcance tan brutal como él.
¿Falta carisma?
Entonces, frente a este caso tan extraño, ¿por qué Bad Bunny no prendió la mecha? El trap latino -por poner un ejemplo- sí que lo ha hecho, e igualmente suma, a grandes rasgos, dos estilos similares; reggaetón y trap.
Tal vez el secreto de este triunfo contra la falta de popularidad del hip hop fusión latino sean sendas músicas: reggaetón y trap son dos productos de una popularidad incuantificable cuya valoración en el contexto del mercado musical actual es enorme, y por otro lado géneros como el hip hop y el boogaloo, salsa o chachachá dan a una mezcla bastante underground que podría ser considerada impopular frente a los dos anteriores, especialmente porque no es tan fácil convertir un ritmo de hiphop en algo bailable, y un sample de salsa no ayuda si detrás hay un bombo y una caja haciendo un ritmo que refuerza tanto el aspecto binario y sin las síncopas características de la música club.
Realmente es complejo
Pero estoy casi seguro de que, de hecho, la idea de esta crew de Cardi B era precisamente eso: darle un toque bailable al hip hop para experimentar e introducirlo de alguna manera en el circuito de baile en el que recientemente se ha insertado el trap también. Jugaron de igual forma con la baza del hip hop como pariente cercano del trap, ya que en I like it like that se llega a confundir el Flow de la voz, en ocasiones más cercano al trap que al hip hop.
Desde luego, el ritmo del bombo y la caja es puro hip hop, no cabe duda, pero estos toques latinos y de trap pudieron ser una forma de darle un lavado de cara al ritmo estático y pesado que sugiere en general la base, que igualmente es difícil de bailar.
Tal vez incluso todo esté en mi imaginación y simplemente se juntaron para hacer un temón que sonara tocho y punto, pero sí que es cierto que los grandes siempre apuestan y juguetean con ideas frescas para comprobar el funcionamiento del consumo y por su puesto para acrecentar su relevancia, como veremos en otros casos.
El caso de Nathy Peluso
También se han visto algunos ejemplos de mezclas algo similares a esta de Cardi y compañía: Nathy Peluso sacó hace algo más de un año su single La sandunguera, poco después del lanzamiento de este I like it like that que comentábamos.
Igualmente, aunque el single se ha hecho bastante popular, no ha llegado al mismo número de visualizaciones que la anterior en las plataformas de streaming, obviamente porque es una artista no tan reconocida como los anteriores dentro del panorama hispanoparlante y la música urbana, pero a fin de cuentas este fue otro ejemplo de puro hip hop fusión latino que no fue a más, ya que en Nathy Peluso suele abundar el hip hop moderno y el trap (a pesar de que su imagen como indígena y su exotismo son parte de su discurso distintivo como artista).
Otros casos de innovación que no llegaron muy lejos: Maluma y la salsa
Dentro del reggaetón y ya en otra órbita, Maluma tuvo una pequeña racha también hace algo más de un año, en la que versionó y creó en salsa algunos temas de reggaetón, y aunque realizó trabajos muy elaborados con artistas de la talla de Marc Anthony (que triunfó a nivel internacional con su salsa Vivir mi vida en 2014) o Shakira -y, además en plena época del reggaetón sensual y no sexual, tal y como han derivado las temáticas de un tiempo a esta parte- igualmente se quedó todo atrás como una época de experimentación y coqueteos con diversos géneros del mundo latino.
¿Vosotros que creéis?
¿Por que no ha triunfado esta mezcla de estilos tan interesante? Me encantaría saber qué pensáis sobre el tema.
Eso es todo por hoy, te dejo algunos blogs relacionados, ¡nos leemos la semana que viene! Un abrazo!