¿Alguna vez has oído hablar sobre el timbre de los instrumentos? A lo mejor no estás familiarizado/a con esta palabra, pero seguro que como consumidor/a de música tienes ciertas preferencias por algún género (metal, pop, balkan, dance, RnB…). Gran parte de la etiqueta en la que se engloban estos géneros viene dada por su tímbrica.
El concepto de la tímbrica existe desde hace cientos de años en la música, y se ha utilizado para dar coherencia a cada concepto musical durante las distintas épocas. Con el paso del tiempo nuestra visión de la tímbrica como elemento estético ha evolucionado, y la tecnología musical de cada época ha tenido mucha relación con el gusto por determinadas sonoridades.
Entonces, ¿de qué va esto? Pues en este blog te explicaré en tres ejemplos la forma en la que se ha reinventado la tímbrica desde la composición de música “clásica” a las producciones musicales de música urbana. Veremos también cómo a día de hoy, con la más refinada tecnología al servicio de la música, los conceptos que desarrollamos en base a la tímbrica son probablemente más homogéneos que nunca antes.
Aquarium de Saint Saens y Obvious de Ariana Grande: la atenuación
En el caso de Aquarium se consigue un efecto tímbrico que evoca el sonido del agua cayendo mediante instrumentos de cuerda agudos. El efecto del caer del agua se logra mediante los arpegios (notas que aparecen con un pulso constante y con mucha frecuencia, afinadas en diferentes tonos como gotas cayendo) y mediante la tímbrica del piano. Interesante, ¿verdad?
En Obvious el tema que trata la letra no tiene relación con el agua, pero lo importante es la tímbrica, que es muy similar. En ambos casos tenemos pianos que imitan al arpa, y también tienen una tímbrica muy cercana. Son pianos tipo whorship o de pared, que tienen una tímbrica muy natural y elegante, además de poder sonar (si se tocan de forma suave) como un instrumento de cuerda tipo arpa o lira, y no tan percusivos como otros pianos como los de cola. El resultado es un sonido muy profundo y relajante.
En Aquarium el piano es real, en Obvious probablemente sea electrónico; en una la mímesis implica fantasía, en otra romanticismo. Son conceptos muy distintos unidos por una visión tímbrica muy similar. El resultado también es parecido: y no, la una no es música para una borrachera pagana, y la otra tampoco es para bailar en un after. Ambas logran un efecto relajante.
En el caso de Obvious, al piano y la voz soul de Ariana Grande se suma un bajo cálido y equilibrado, potente pero poco invasivo: la tímbrica de los graves, la ecualización y el posicionamiento de los elementos conducen a este efecto chill de una forma única. Pero claro, el pobre Saint-Säens no contaba con la maravilla de los estudios de grabación…eso sí, es incuestionable el mérito que tiene crear tanta magia con los elementos de los que disponía. Una pieza indescriptiblemente bonita.
La consagración de la Primavera de Stravinsky (Ritual de las tribus rivales) y You de Boon: la excitación
Aquí tenemos el caso contrario al anterior: la textura no es lisa, sino rugosa, chirriante, ruidosa. Lo vas pillando, ¿verdad? Siempre hay cierta tendencia a definir las tímbricas de forma sinestésica. Fimémonos en Stravinsky: ¿escuchas ese toque “quemado” de las trompetas? Bien, pues también tiene un nombre real: esta técnica es el growl o ronquido. Es muy conocido su uso en el saxofón en el contexto del estilo jazz, pero también en la trompeta, según si se requiere un sonido intenso y de una excitación natural.
En el caso de Boon tenemos excitación ficticia, o bien analógica, o bien digital, o bien emulación de analógica en formato digital. Es una forma de dar más intensidad al sonido y romperlo de alguna forma, para que de sensaciones más fuertes. Fijáos aquí en la tímbrica del bajo: suena como chillando, ¿verdad?. Posiblemente este bajo esté hecho con un sintetizador analógico semimodular, o con emulaciones digitales en versión VST. A estas emulaciones se les añaden excitadores analógicos (EQs, distorsiones, etc), de manera que el resultado es ese efecto roto de los aparatos analógicos de amplificación del sonido, cuando subimos mucho el volumen, solo que en este caso es más controlado y mucho más armónico.
Noches en los jardines de España de falla y Working for the weekend de Max: la búsqueda del equilibrio
Escucha la introducción de Noches en los jardines de España (hasta el minuto 2). Fíjate en la variedad tímbrica que tiene: ese piano, la tuba con su sonido redondo, los fagotes con su sonido nasal, la cuerda llenando todo el espectro frecuencial en dinámica piano. Todo el sonido, desde los graves hasta los agudos, es equilibrado, calmado pero lleno.
Con Working for the weekend sucede algo similar: encontramos un bajo muy liso y lleno con un decay rápido, unas guitarras esbozando notas con delays, y refuerzos de pizzicato orquestales en el estribillo. A todo ello se suman las voces y efectos rítmicos en los agudos. Esta sensación de balance se consigue con un equilibrio pleno en la mezcla; en esta vemos que no hay demasiada excitación, está todo balanceado y el resultado es una sonoridad equilibrada.
Nos encontramos por tanto con todo tipo de texturas: lisas, rugosas… también podríamos hablar de sabores (sonido ácido…) y mil tipos de sinestesia más. De esta forma es más fácil comprender el concepto de uniformidad tímbrica que tienen la música clásica y la urbana.
Y como puedes ver, los relieves tímbricos que comentaba en el blog de la psicología de los géneros urbanos siempre han estado ahí. La diferencia es que hoy en día están muy controlados y tienen una uniformidad que habría sido inimaginable hasta después de los 50 del XX. ¡Espero que te haya gustado este blog!
Eso es todo por hoy, te dejo algunos blogs relacionados, ¡nos leemos la semana que viene! Un abrazo!
